“Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera” (Gén. 47:27).

JACOB LLEGA HASTA JOSÉ

domingo 19 de junio, 2022

Lee Génesis 46. ¿Cuál es la importancia de la partida de Jacob de Canaán?

Cuando Jacob deja su tierra en Canaán, está lleno de esperanza. La seguridad de que ya no pasará hambre y la buena noticia de que José está vivo debieron haberle dado el impulso que necesitaba para dejar la Tierra Prometida.

La partida de Jacob evoca la experiencia de Abraham, aunque en el caso de Abraham se dirigía a la Tierra Prometida. Jacob escucha la misma promesa que Abraham escuchó de parte de Dios, es decir, que lo hará “una gran nación” (Gén. 46:3; comparar con Gén. 12:2). Este llamado de Dios también nos recuerda su pacto con Abraham; en ambas ocasiones, Dios utiliza las mismas palabras tranquilizadoras “no temas” (Gén. 46:3; comparar con Gén. 15:1), que conllevan la promesa de un futuro glorioso.

La lista completa de los nombres de los hijos de Israel que fueron a Egipto, incluidas sus hijas (Gén. 46:7), nos recuerda la promesa de fecundidad que Dios le hizo a Abraham incluso cuando todavía no tenía hijos. El número “setenta” (incluidos Jacob, José y sus dos hijos) expresa la idea de totalidad. Es “todo Israel” que va a Egipto. También es significativo que el número setenta corresponde al número de naciones (Gén. 10), lo que sugiere que el destino de todas las naciones también está en juego en el viaje de Jacob.

Esta verdad se hará más evidente recién muchos años más tarde, después de la Cruz y la Revelación mayor del plan de salvación (Cristo), que, por supuesto, era para toda la humanidad, en todas partes, y no solo para los hijos de Abraham.

En otras palabras, por más interesantes que sean las historias de esta familia, de la simiente de Abraham y cualquier lección espiritual que podamos aprender de ellos, estos relatos están en la Palabra de Dios porque forman parte de la historia de la salvación; son parte del plan de Dios para dar redención a la mayor cantidad posible de seres humanos en este planeta caído.

“Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Rom. 10:12, 13). ¿Qué dice Pablo aquí que muestra la universalidad del evangelio? Más aún, ¿qué nos dicen estas palabras con respecto a lo que debemos hacer como iglesia para ayudar a difundir el evangelio?