“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1 Ped. 4:12, 13).
LOS CRISOLES DE SATANÁS
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8).
Lee el versículo anterior. ¿Cuál es el mensaje para nosotros? Pregúntate: “¿Con cuánta seriedad me tomo estas palabras?” ¿Qué cosas haces en tu vida que demuestran que las tomas en serio?
¿Alguna vez viste a un león hambriento? Es impresionante, porque sabes que puede atrapar y comer casi cualquier cosa que quiera. Pedro dice que Satanás merodea de la misma manera. Cuando miramos a nuestro alrededor, podemos ver las consecuencias de su deseo de matar. La muerte, el sufrimiento, la tergiversación y la perversión de la moral y los valores están por todas partes. No podemos evitar ver la obra de Satanás.
Lee 1 Pedro 5:8 al 11. ¿Cómo deberían reaccionar los cristianos ante el acecho de Satanás?
¿Qué promete hacer Dios por aquellos que sufren? 1 Ped. 5:10.
Pedro escribe estas palabras en el contexto de cómo responder a los ataques de Satanás en contra de la fe cristiana. Pero, como ya mencionamos, Satanás actúa de muchas formas diferentes. Y, aunque debemos ser conscientes de la realidad y el poder de nuestro enemigo, nunca debemos desanimarnos, porque siempre debemos recordar que Jesús ha vencido a Satanás; que Satanás es un enemigo derrotado; y que mientras estemos conectados con Jesús, mientras nos aferremos a él con fe, tampoco nos podrá derrotar a nosotros. Gracias a la Cruz, la victoria de Cristo es nuestra.
Piensa en otras formas en que Satanás causa dolor. La lectura de 1 Pedro 5:8 al 11, ¿cómo podría ayudarnos a afrontar la angustia que experimentamos debido a que vivimos en un mundo pecaminoso en el que Satanás causa estragos?