“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24).
SUSTITUTOS
Como vimos ayer, la sumisión a la voluntad de Dios puede verse socavada cuando dependemos de nuestra propia fuerza. También es posible confiar en otros sustitutos de Dios. Cuando algunos se sienten deprimidos, salen a comprar algo que los haga felices. Cuando algunos se sienten incompetentes, persiguen la fama. Cuando otros tienen dificultades con su cónyuge, buscan a otra persona que les dé intimidad y excitación.
Muchas de las cosas que usamos pueden aliviar la presión, pero no necesariamente resuelven el problema ni nos enseñan a manejar mejor la situación la próxima vez. Solo la ayuda sobrenatural de Dios puede hacer eso. El problema es que muchas veces dependemos de sustitutos de Dios en lugar de depender de Dios mismo.
Es probable que usemos estos tres sustitutos en lugar de Dios: 1. Utilizar la lógica humana o la experiencia pasada, cuando lo que necesitamos es una nueva revelación divina. 2. Bloquear los problemas de nuestra mente cuando lo que necesitamos son
soluciones divinas. 3. Escapar de la realidad y esquivar a Dios cuando lo que necesitamos es
tener comunión con Dios para recibir poder divino. Zacarías nos ayuda a concentrarnos en lo que realmente importa cuando nos
vemos tentados a utilizar sustitutos. Después de muchos años a la distancia, los exiliados finalmente regresaron de Babilonia e inmediatamente comenzaron a reconstruir el Templo. Pero hay una increíble cantidad de resistencia a esto (algo de contexto se puede encontrar en Esd. 4–6). Por eso Zacarías se acercó con este mensaje de ánimo a Zorobabel, quien estaba dirigiendo la obra.
Lee este mensaje en Zacarías 4. ¿Qué quiere decir Dios en Zacarías 4:6? ¿Cómo podría el Espíritu Santo afectar la finalización de un proyecto de construcción? ¿Qué nos enseña esto sobre la relación entre el Espíritu Santo y las cosas prácticas que hacemos?
Dios no impidió que hubiese oposición al Templo ni salvó a Zorobabel del estrés de hacerle frente. Y Dios no siempre nos protegerá de los adversarios. Pero, cuando llegue la adversidad, Dios puede usarla como un crisol para enseñarnos a depender de él.
Cuando estás estresado, ¿cuál es tu primera reacción? ¿Comer? ¿Mirar televisión? ¿Orar? ¿Entregarte a Dios? Tu respuesta ¿qué te dice sobre ti mismo y las cosas que necesitas aprender o cambiar?