“¿Qué pagaré al Señor por todos sus beneficios hacia mí? Levantaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor. Ahora cumpliré mis votos al Señor, ante todo su pueblo” (Sal. 116:12-14).
PROYECTOS ESPECIALES: OFRENDAS DE FRASCOS
Las investigaciones han demostrado que solo un nueve por ciento de los activos de la gente son líquidos y que podrían aportarse como ofrenda en cualquier momento. El efectivo, las cuentas corrientes, los ahorros, los fondos del mercado monetario y demás generalmente se consideran activos líquidos, al menos para los que poseen cosas como estas. La mayoría de nuestros activos, alrededor del 91 por ciento, están “invertidos” en bienes raíces, como nuestras casas, nuestro ganado (si vivimos en zonas rurales) u otros activos no líquidos.
Las diferencias en los porcentajes de activos líquidos y no líquidos se pueden ilustrar poniendo 1.000 centavos en dos frascos de vidrio diferentes, donde 10 centavos representan cada punto porcentual. Por lo tanto, tendrías 90 centavos en un frasquito que representa el 9 por ciento de los activos líquidos y 910 centavos en un frasco grande de un litro, que representa el 91 por ciento de los activos no líquidos.
La mayoría da sus ofrendas o contribuciones del frasquito, de sus activos líquidos. Esto es lo que tienen en su cuenta corriente o en la billetera. Pero cuando alguien realmente se entusiasma con algo, da del frasco grande. La Biblia cuenta muchas de esas historias.
Lee Marcos 14:3 al 9 y Juan 12:2 al 8. ¿Quiénes son los personajes principales en la fiesta de Simón? ¿Cuál era el valor del regalo de María? ¿Por qué ungió a Jesús en este momento?
El regalo de María valía trescientos denarios, el salario de casi todo un año. Muy probablemente, era una ofrenda de “frasco grande”. Después de este incidente, Judas traicionó a Jesús por un poco más de la tercera parte de esa cantidad: una ofrenda de “frasquito”, treinta piezas de plata (Mat. 26:15). Se necesita verdadero amor y compromiso para ofrendar del frasco grande: de nuestras inversiones. Pero, cuando nos volvemos codiciosos, como Judas, podemos vender nuestra alma por casi nada.
La obra y las actividades de Bernabé se mencionan 28 veces en el Nuevo Testamento. Lo conocemos principalmente como compañero del apóstol Pablo y como gran misionero. Pero el fundamento de todo esto se establece en el primer pasaje donde se lo menciona. En Hechos 4:36 y 37, leemos acerca de su entrega; verdaderamente, una ofrenda de “frasco grande”. Qué poderoso ejemplo de las palabras de Cristo: “Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí estará también su corazón” (Mat. 6:21).
¿Por qué dar con sacrificio es tan importante para los que dan como para los que reciben?