“Y todo lo que hagan, háganlo con todo el corazón, como para el Señor y no para los hombres; seguros de que recibirán del Señor la recompensa de la herencia; porque ustedes sirven a Cristo el Señor” (Col. 3:23, 24).
VAYAMOS POR PARTES
Lee Eclesiastés 12:1. ¿Cuál es el mensaje para nosotros?
A medida que los jóvenes maduran y llegan a adultos, surgirán pensamientos relacionados con tener que satisfacer las necesidades básicas: comida, ropa y techo. Jesús mismo nos ha dicho cómo priorizar nuestras necesidades: “Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mat. 6:33). Por supuesto, para quienes son mayores y no se decidieron por Jesús cuando eran jóvenes, todavía hay tiempo para tomar decisiones correctas con respecto a la mayordomía.
Como vimos en Génesis 28:20 al 22, Jacob había tomado algunas decisiones importantes en su vida, tanto espirituales como financieras. En la visión, el Señor se le presentó a Jacob como “el Señor, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac” (Gén. 28:13). Luego, como parte de su voto a Dios, Jacob dijo: “El Señor será mi Dios” (Gén. 28:21).
Lee Génesis 29:9 al 20. ¿Qué importancia tiene el momento de este acontecimiento en la vida de Jacob?
Después de que Jacob se comprometió espiritual y económicamente con Dios, el Señor lo guio hasta Raquel junto al pozo (ver Gén. 29:9–20). Es conveniente tomar decisiones en el ámbito espiritual y laboral o vocacional antes de contraer matrimonio. Tu futuro cónyuge debe saber “en qué se está metiendo”. Esta persona, ¿es un cristiano comprometido? ¿Qué clase de trabajo hará? ¿Será maestro, enfermero, abogado, obrero, lo que sea? ¿A qué tipo de vida me integraré? Otras preguntas que necesitan respuestas antes del compromiso matrimonial son: ¿Qué nivel de educación ha alcanzado? ¿Qué cantidad de deuda ingresará al matrimonio? ¿Estoy dispuesto a aceptar esta situación como parte de mi responsabilidad?
Lee 2 Corintios 6:14 y 15. ¿Por qué es tan importante tener en cuenta este principio al buscar un compañero para toda la vida? Aunque esto no garantiza un buen matrimonio, ¿por qué ayudaría a mejorar las probabilidades de disfrutar de un buen matrimonio?