“Después les dijo: ‘Estas son las palabras que les hablé cuando estaba aún con ustedes; que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos’. Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras” (Luc. 24:44, 45).

LOS SALMOS EN EL CULTO DEL ANTIGUO ISRAEL

domingo 31 de diciembre, 2023

Lee 1 Crónicas 16:7; Nehemías 12:8; Salmos 18:1; 30:1; 92:1; 95:2; 105:2; Colosenses 3:16; y Santiago 5:13. ¿En qué ocasiones se escribieron algunos salmos? ¿Cuándo utilizó los salmos el pueblo de Dios?

Los salmos fueron compuestos para su uso en el culto individual y comunitario. Se cantaban como himnos en el culto del Templo, como sugieren las anotaciones musicales que mencionan instrumentos, melodías y directores musicales (ver los títulos de los Salmos 61, 9 y 8, NVI).

En la Biblia hebrea, el título del Libro de los salmos, Tehilim (‘alabanzas’), refleja su propósito principal, es decir, la alabanza a Dios. El título en español, Salmos, procede del griego Psalmói, que se encuentra en la Septuaginta una traducción temprana (siglos II y III a.C.) de la Biblia hebrea al griego.

Salmos era una parte indispensable del culto israelita. Por ejemplo, se utilizaba en las dedicaciones del Templo, en las fiestas religiosas, las procesiones y durante el emplazamiento del Arca del Pacto en Jerusalén.

Los “cánticos para los peregrinos que suben” (Sal. 120-134, NTV), también conocidos como cantos de peregrinación, se entonaban tradicionalmente durante la peregrinación a Jerusalén en las tres principales fiestas anuales (Éxo. 23:14-17). El “halel egipcio” (Sal. 113-118) y el “gran halel” (Sal. 136) se entonaban en las tres fiestas anuales principales, incluyendo las fiestas de la luna nueva y la dedicación del Templo. El Halel egipcio ocupaba un lugar importante en la ceremonia de la Pascua. Salmos 113 y 114 se entonaban al principio de la cena pascual; y Salmos 115 al 118, al final (Mat. 26:30). El “Halel diario” (Sal. 145-150) se incorporaba a las oraciones diarias en los cultos matutinos de la sinagoga.

Los salmos no solo acompañaban el culto del pueblo, sino también lo instruía sobre cómo debían adorar a Dios en el Santuario. Jesús oró con las palabras de Salmo 22 (Mat. 27:46). Los salmos también ocuparon un lugar importante en la vida de la iglesia primitiva (Col. 3:16; Efe. 5:19).

Aunque nosotros, por supuesto, no adoramos a Dios en un santuario terrenal como el templo antiguo, ¿cómo podemos utilizar los salmos en nuestro culto, ya sea en forma individual o grupal?