“Cuando él vio a la reina Ester en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos, y el rey le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro” (Est. 5:2).

BOOZ COMO REDENTOR

martes 10 de junio, 2025

Booz se enamora profundamente de Rut y desea casarse con ella, pero existe un obstáculo importante para ello: hay un pariente más cercano que también tiene derecho a ella y a la tierra. Si consideramos a Booz como un tipo de Cristo, esta situación puede revelar una cuestión que está en juego en el Gran Conflicto. Cristo nos ama, pero hay un “pariente más cercano” que también tiene cierto derecho: Satanás.

¿Qué revelan los siguientes pasajes acerca de la pretensión de Satanás respecto de la humanidad? (Job 1:6-11; Mat. 4:8, 9; Jud. 1:9; Luc. 22:31).

Cuando Satanás apareció en el concilio celestial, dijo a Dios que venía “de rodear la tierra y andar por ella” (Job 1:7), y cuando Dios le preguntó si se había fijado en el justo Job, Satanás lo reclamó como uno de los suyos, sugiriendo que el corazón de Job no pertenecía realmente a Dios. Es decir, que Job solo seguía a Dios por conveniencia. Según Satanás, Job dejaría de ser leal a Dios si el Señor dejaba de ser benévolo con él.

El libro de Judas contiene una breve referencia a una historia muy conocida en Israel, según la cual Moisés resucitó después de haber sido sepultado por Dios mismo (Deut. 34:6). Aunque no tenemos todos los detalles, la disputa por el cuerpo de Moisés da a entender que Satanás estaba reclamando algún derecho sobre él.

“Por primera vez Cristo iba a dar vida a uno de los muertos. Cuando el Príncipe de la vida y los ángeles resplandecientes se aproximaron a la tumba, Satanás temió perder su hegemonía. Con sus ángeles malos, se aprestó a disputar la invasión del territorio que llamaba suyo. Se jactó de que el siervo de Dios había llegado a ser su prisionero. Declaró que ni siquiera Moisés había sido capaz de guardar la Ley de Dios; que se había atribuido la gloria que pertenecía a Jehová –había cometido el mismo pecado que hiciera desterrar a Satanás del Cielo–, y que por su transgresión había caído bajo el dominio de Satanás” (Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 511). Cristo refutó la afirmación de Satanás, y Moisés fue resucitado (ver Mat. 17:3).

En Rut 4:1 al 12, Booz viaja hasta el portal de Belén, la ciudad donde Cristo vino al mundo como nuestro Pariente cercano. Los ancianos se reúnen y finalmente se intercambia una sandalia (símbolo de pertenencia, o propiedad).

La puerta de un pueblo era el lugar donde se decidían los casos. Por lo tanto, la escena de Belén es un tipo o representación del Juicio Celestial, ya que refleja la escena del juicio registrada en Daniel 7:13, 14, 22, 26 y 27. No debemos pasar por alto un aspecto crucial del Juicio, y es que este se realiza “en favor de los santos”, pero solo porque Cristo pagó el precio por nosotros, así como Booz lo pagó por Rut para que fuera su esposa.