"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Romanos 8:1)

El vestido de bodas

sábado 04 junio, 2011

LA HISTORIA CRISTIANA TIENE MUCHAS PÁGINAS OSCURAS. Profesos seguidores de Cristo han hecho cosas horribles y la profecía indica que se hará todavía más mal, en el nombre de Cristo, antes de que él retorne.

Las parábolas que consideraremos esta semana son fascinantes, y revelan la triste verdad de que no todos los que profesan seguir a Cristo lo hacen. Por supuesto, ¿quién puede juzgar entre  los fieles y los infieles? ¿Quiénes somos para mirar "la paja que está en el ojo de tu hermano, y no [...] ver la viga que está en tu propio ojo"? (Mateo 7:3). Solo Dios puede hacer ese juicio.

"Los convidados a la fiesta del evangelio son aquellos que profesan servir a Dios, aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. Pero no todos los que profesan ser cristianos son verdaderos discípulos. Antes de que se dé la recompensa final, debe decidirse quiénes son idóneos para compartir la herencia de los justos. Esta decisión debe hacerse antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo; porque, cuando él venga, traerá su galardón consigo, ‘para recompensar a cada uno según sea su obra' (Apocalipsis 22:12)" (PVGM 251, 252).

Más de ESU