"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe" (1 Corintios 13:1).
MUCHAS “PRUEBAS”
Desde el punto de vista humano, el ministerio terrenal de Jesús no pareció muy exitoso. Aunque atrajo a muchos seguidores, no atrapó a las masas. Muchos líderes lo rechazaron y los romanos lo crucificaron, haciendo que sus discípulos más cercanos se esparcieran y huyeran.
Sus seguidores veían bastante difíciles las cosas hasta su resurrección. Luego, en Pentecostés, de repente los discípulos encontraron nuevo valor para proclamar a su Maestro crucificado como el Mesías de Israel. Solo después de la resurrección de Jesús la iglesia temprana comenzó a surgir.
Lee Hechos 1:1 al 11. ¿Qué verdades importantes encontramos aquí acerca de la segunda venida de Cristo, el bautismo, el Espíritu Santo y la misión?
Considera especialmente los versículos 3 al 6. ¿Qué nos muestra esto acerca de cuánto tenían todavía que aprender?
Muy interesante es el versículo 3, donde Lucas afirma que Jesús les presentó muchas "pruebas" (BJ). Algunas versiones usan la frase "pruebas indubitables" (RVR), dando tal vez demasiado énfasis al tema. Otra traducción dice "pruebas convincentes" (NVI). El punto, aquí, es que los creyentes en Jesús tuvieron evidencias poderosas, "pruebas", de que Jesús era el Mesías. Al considerar la tarea que les dejó, podían acobardarse por la oposición que encontrarían; por eso necesitaban pruebas. Las buenas nuevas son que el Señor nos dará las razones que necesitemos para tener fe, para creer en cosas que no comprendemos plenamente. Como vemos, los discípulos todavía no comprendían plenamente las intenciones del Señor con respecto a la nación de Israel, aun después de haber estado con Jesús. Necesitamos aprender a adorar, a alabar y a obedecer al Señor, aunque no lo comprendamos.
Piensa acerca de las evidencias que tenemos para nuestras creencias, en todas las buenas razones para la lógica de nuestra fe. También nota el uso de la palabra fe. ¿Qué implica la fe? Es decir, ¿qué buenas razones tienes para tener fe, una creencia que no comprendes del todo?