"Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él" (Colosenses 1:16).

EN EL PRINCIPIO

sábado 7 de enero, 2012

Lee Para el Estudio de esta Semana: Mateo 19:4; Job 38:4-7; Deuteronomio 32:10, 11; Salmo 19; Juan 1:1-13; Romanos 5:12; Isaías 66:22.

Pensamiento clave: La doctrina de la Creación en seis días literales es fundamental para todo lo que creemos.

¿PUEDE HABER DOS IDEAS más distintas de los orígenes que el creacionismo bíblico y el evolucionismo ateo? El primero presenta una creación planificada, pensada, sin dejar nada al azar. En contraste, en el evolucionismo es todo azar. Según el informe bíblico, todo fue creado con un propósito; Dios tenía una meta final. Una premisa del evolucionismo es que no hay meta final, ninguna fuerza dirige la vida. Las mutaciones y la selección natural (productos del azar) operan ciegamente, conservan lo que funciona y descartan lo que no. El informe bíblico enseña que los seres humanos fueron hechos a imagen de Dios. El evolucionismo enseña que derivan de algún primate que precedió al homo Sapiens.

Veremos cómo la Creación es la base de toda la verdad bíblica que sigue. Si la creación no es correcta, todo lo demás estará equivocado. Por eso es tan vital para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.