"He aquí yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra" (Apocalipsis 22:12)
PROMESA Y EXPECTATIVA
Como los "eventos finales" se centran en el establecimiento del Reino de Dios, siempre han sido una precupación para los adventistas del séptimo día. El tiempo del fin aparece en nuestro nombre: Adventistas del Séptimo Día, lo que señala nuestra creencia en la segunda venida de Jesús.
¿Cómo expresa Pedro esta esperanza? 2 Pedro 3:13. ¿Por qué esta esperanza es central para todo lo que creemos? Sin ella, ¿tenemos realmente alguna esperanza?
Nuestras expectativas, a veces, nos chasquean porque no podemos controlar los eventos futuros aunque tratemos de hacerlo. Nuestras esperanzas a menudo no se cumplen. Los seres humanos afrontamos posibilidades y probabilidades. Cada plan nuestro es tentativo. El desarrollo de la historia es complicado y está sujeto a muchos factores como para permitirnos confiar en lo que podamos decidir acerca de él. Y esta incertidumbre nos causa anciedad.
Pero, los escsritores bíblicos nos aseguran que no necesitamos desesperar; Dios está en el control, y tenemos la promesa se su regreso y de lo que él hará cuando vuelva.
Lee los siguientes versículos. ¿Qué esperanza y seguridad se encuentran en ellos? ¿Qué énfasis diferente se encuentra en cada una de estas promesas? Juan 14:2,3; Daniel 2:44; Hechos 3:20,21;
En estos textos, y en otros, se nos promete no solo el retorno de Cristo sino también que un mundo y una existencia que radicalmente nos esperan cuando él regrese. Trata de imaginar cómo será eso. Estamos tan acostumbrados al pecado, a la enfermedad, a la muerte, a la violencia, al odio, a la pobreza, al crimen y a la guerra que no es fácil imaginar un mundo sin ellos. No obstante, así es exactamente el mundo prometido que esperamos.