“Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí” (Isaías 43:10).

MI POTENCIAL PERSONAL

martes 08 mayo, 2012

Cuando los dirigentes de Ministerios Personal piden voluntarios para participar en la testificación y la evangelización, a menudo pensamos que muchas personas están más preparadas que nosotros mismos. Otros parecen más confiados y capaces. Sin embargo, la Biblia nos revela que Dios no está necesariamente buscando a los que están más calificados sino a los que están dispuestos a ser usados, cualesquiera que sean sus dones y talentos.

Un buen ejemplo de esto es cuando Dios llamó a Moisés a liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Moisés veía muchas razones por las que otros estarían más calificados para hacer lo que Dios le proponía (ver Éxodo 3:11; 4:10). En su mente, Moisés creía tener buenas razones para no hacer lo que Dios le pedía.

En respuesta a un llamado a la acción evangelizadora, muchos creyentes actuales repiten como un eco las preocupaciones de Moisés: "¿Quién soy yo para que me consideren para esta tarea?" "¿Qué pasará si me hacen preguntas difíciles?" "No soy un buen orador". Podemos sonreír, porque Moisés pensaba que Dios necesitaba reconsiderar su estrategia de reclutamiento de personal, pero Dios conocía el potencial de Moisés; y, a pesar de sus temores y preocupaciones personales, era la persona correcta para esa tarea especial.

El llamamiento de Moisés para guiar al pueblo de Dios nos convence de que Dios nos conoce infinitamente mejor que nosotros mismos. Dios no se concentra en las actuaciones pasadas sino en nuestro potencial personal. Cada creyente tiene un potencial enorme para contribuir a la obra de Dios.

Por otro lado, debemos cuidarnos de no correr con excesiva confianza delante de Dios. Aunque es cierto que deberíamos a menudo escudriñar nuestros corazones para evaluar dónde estamos espiritualmente, también necesitamos comprender que el corazón humano puede no ser objetivo en una autoevaluación. Por lo tanto, es bueno pedir a Dios que nos examine y nos muestre nuestra verdadera condición, porque nuestra condición afecta nuestro potencial.

Lee el Salmo 139. ¿Por qué pidió David a Dios que escudriñara su corazón? ¿Qué lecciones hay para nosotros aquí, no solo para testificar sino también para nuestro caminar con Dios en general? ¿Qué podemos obtener de este Salmo para nosotros ahora mismo? ¿Qué consuelo, esperanza y estímulo hay para ti?

Al mismo tiempo, ¿qué te sugiere acerca de los cambios que necesitas hacer en tu diario vivir?

Más de ESU