“Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado” (Marcos 6:30).

UN PRINCIPIO BÍBLICO

domingo 10 de junio, 2012

Apenas alguien menciona informes, uno se imagina montañas de papeles llenos con datos y estadísticas que probablemente harán poco más que juntar polvo. Sin embargo, informar no es un invento moderno diseñado para frustrar a los que están involucrados en la testificación y la evangelización. Es un principio bíblico. Como lo revela el versículo para memorizar de esta semana, cuando los discípulos volvieron de su gira misionera, informaron a Jesús todo lo que habían hecho y enseñado. Esta parece ser la parte central de la obra del evangelio.

Aunque no podemos señalar un versículo bíblico específico que diga: “Tienes que informar”, hay amplia evidencia de que los informes eran importantes tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Informar es una actividad en una cadena de eventos. Es decir, alguien prepara un informe, otro recibe el informe, el informe es evaluado, y luego se toman decisiones y se planifican acciones en respuesta a lo que se informó.

Lee Hechos 4:1 al 31. ¿Qué informaron Pedro y Juan a sus compañeros? Y este informe ¿qué impulsó a la iglesia a hacer? ¿Qué lecciones hay aquí para nosotros hoy?

Considera que sin periódicos, radio o televisión por satélite, el “de boca en boca” era la forma principal de esparcir las noticias acerca de Jesús. Si estos primeros creyentes hubiesen cedido a las amenazas que se levantaron contra ellos, su influencia para Dios podría haberse limitado severamente. Pero ellos se reunieron, escucharon los informes, y luego decidieron una estrategia que los capacitaría para su vocación evangélica.

Por supuesto, central en todo esto eran sus oraciones y su estudio de la Biblia. De este incidente, vemos la importancia que tuvo la oración y la Palabra de Dios para ellos. No debería ser diferente para nosotros hoy.

Aunque no tenemos detalles de qué planificaron, el versículo 29 muestra que, a pesar de las amenazas contra ellos, continuaron hablando de Jesús.

Se citaron pasajes de las Escrituras ante los líderes de Israel y los otros creyentes judíos, mostrando cuán vitales eran para su fe y su testimonio. ¿Cuán central y vital es la Escritura en tu propia vida?