"Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones" (1 Tesalonicenses 2:4).

CONCLUSIÓN

viernes 03 agosto, 2012

“Por elevada que sea la profesión de fe, aquel cuyo corazón no está lleno de amor a Dios y a sus semejantes no es verdadero discípulo de Cristo. [...] Podrá manifestar mucha generosidad; pero, si el motivo de sus acciones no es el amor genuino, aunque dé todos sus bienes para alimentar a los pobres, no merecerá el favor de Dios” (HAp 262, 263).

“Aunque Pablo tenía cuidado de presentar a sus conversos las sencillas enseñanzas de las Escrituras en cuanto al debido sostén de la obra de Dios [...] en diversas ocasiones, durante su ministerio en los grandes centros de civilización, trabajaba en un oficio manual para mantenerse [...].

“Tesalónica es el primer lugar acerca del cual leemos que Pablo trabajó con sus manos para sostenerse mientras predicaba la Palabra (1 Tesalonicenses 2:6, 9; 2 Tesalonicenses 3:8, 9)[...].

“Pablo no consideraba perdido el tiempo así empleado. [...] Él daba instrucción a sus colaboradores en las cosas espirituales, y ofrecía también un ejemplo de laboriosidad y trabajo cabal. Era un obrero rápido y hábil, diligente en los negocios, ardiente ‘en espíritu; sirviendo al Señor’ (Romanos 12:11)” (OE 247, 249).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Piensa en una dolorosa experiencia que soportaste (en lo físico, espiritual, emocional, o una combinación de todo ello). En términos prácticos, ¿cómo encuentra alguien gozo y valor en medio de tales sufrimientos? ¿Por qué es más fácil decir que se encuentra gozo y valor que realmente hallarlo?

2. Piensa en alguien cuya vida claramente no refleja su pretensión de ser cristiano. ¿Cómo impactó esa persona en tu propio caminar con Dios?

3. ¿Cuáles son algunas de las trampas de llegar a estar emocionalmente apegado a personas con las cuales compartes el evangelio? ¿Cómo puedes establecer límites adecuados en las relaciones que desarrollas cada vez que trabajas estrechamente con otras personas?

RESUMEN:

En este pasaje, Pablo abrió su corazón, a fin de revelar los mejores motivos para el ministerio. El motivo máximo es agradar a Dios, agrade o no a los que ministramos. Las motivaciones del dinero, el sexo y el poder no tienen lugar en un corazón decidido a agradar a Dios. El siguiente motivo en importancia para el ministerio es un amor de todo corazón por los perdidos. Ambos motivos están claramente expresados en 1 Tesalonicenses 2:1 al 12.

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