“Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos” (1 Tesalonicenses 3:13).
LA VISITA SUSTITUTIVA DE TIMOTEO
Lee 1 Tesalonicenses 3:1 al 5, y Mateo 24:9 al 22. ¿En qué contexto más amplio ve Pablo los sufrimientos de los tesalonicenses y de sí mismo?
Pablo estaba tan angustiado acerca de su ausencia de Tesalónica que decidió poner a un lado el compañerismo de Timoteo en Atenas para obtener noticias de primera mano de la situación de ellos. Su profundo anhelo por ellos lo lleva a preferir pasar sin Timoteo antes que sin noticias de cómo les va a los tesalonicenses.
Como la misión de Timoteo es ser un sustituto, o representante, de Pablo, el apóstol hace lo mejor que puede para aumentar la autoridad de Timoteo ante la iglesia. Timoteo es el “hermano” de Pablo, un “servidor de Dios” y “colaborador nuestro en el evangelio”. Algunos manuscritos griegos hasta llaman a Timoteo “colaborador de Dios”. Esto sería una alabanza muy elevada. Pablo sabe que la misión será difícil, y hace lo mejor que puede con el fin de abrir el camino para que Timoteo sea recibido como si Pablo mismo fuera a ellos.
Los versículos 3 y 4 nos dan una idea de lo que Pablo les habría dicho a los tesalonicenses si él hubiera podido visitarlos. La palabra específica elegida para describir sus sufrimientos es típica de los pasajes del tiempo del fin, tales como Mateo 24:9 al 22. La aflicción no es una sorpresa. Todos hemos sido ad- vertidos de ello.
El sufrimiento cristiano recuerda los eventos del fin, durante los cuales los verdaderos seguidores de Cristo afrontarán persecución (ver Apocalipsis 13:14-17). Cuando el sufrimiento realmente llega, deberíamos verlo como el cumplimiento de una profecía y un estímulo en vez de un desánimo. El propósito de la profecía no es satisfacer nuestra curiosidad acerca del futuro, sino proveer una sólida seguridad en medio de los desafíos que afrontamos cada día.
En el versículo 5, Pablo revela que él tiene un motivo adicional para enviar a Timoteo. Está preocupado, porque las cosas difíciles que los tesalonicenses experimentaron podrían haberles resultado en una pérdida de fe. Le preocupa que su misión en Tesalónica pudiera, de algún modo, haber sido en vano o sin resultados.
¿Qué cosas podemos hacer, día tras día, a fin de prepararnos espiritualmente para las pruebas inevitables que la vida nos trae?