"No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:20, 21).

PROVEER UN MINISTERIO

lunes 3 de septiembre, 2012

En los versículos 12 y 13, Pablo se ocupa de cómo los feligreses deberían tratar a sus líderes. En el pasaje de hoy (5:14, 15), el apóstol considera a los líderes de la iglesia y cómo deberían tratar a los miembros.

Lee 1 Tesalonicenses 5:14 y 15. ¿De qué maneras Pablo amonesta a los líderes de la iglesia sobre el modo de tratar a los miembros? Considera los principios que hay allí. ¿Cómo podemos aplicarlos a nosotros mismos, cualquiera que sea nuestro lugar en la iglesia? ¿De qué manera debemos aplicar estos principios en el trabajo, en la casa, en los juegos o donde nos encontremos? Ver también Mateo 5:43-48.

Pablo animó a los líderes de Tesalónica a que amonesten “a los ociosos” (5:14). Los ociosos eran los que rehusaban sostenerse a sí mismos, que eran difíciles de tratar y que había que confrontar.

En contraste, Pablo instruye a los líderes que alienten “a los de poco ánimo”, que sostengan “a los débiles”, y que sean “pacientes para con todos” (1 Tesalonicenses 5:14). Los de “poco ánimo” son personas que tienen poca confianza propia o sentido de valor. Están ansiosos por muchas cosas, pero le importan a Dios; por eso, los líderes deben animarlos.

Los “débiles” son los que tienen limitaciones morales y espirituales. Son crédulos, las dificultades los desaniman con facilidad y temen lo que no les es familiar. Les falta conocimiento y están afligidos por el pasado. Necesitan ayuda para sobrevivir.

Pablo indica a los líderes que sean pacientes con todos. Aunque los tres primeros consejos del versículo 14 apuntan a condiciones específicas, la paciencia es siempre adecuada para el cuidado pastoral. Pablo tal vez recuerda a los líderes en el versículo 15. Dice que los que cuidan a otros son atacados, y pueden estar tentados a desquitarse. Pero, cuando los líderes se vengan, muestran que su liderazgo no es motivado por el espíritu de Cristo. Es vital, para un buen liderazgo, recordar siempre el bien de los demás.

Los versículos 12 al 15 suponen que es importante que haya mucho respeto y paciencia en relación con los discípulos. No debemos olvidar 1 Tesalonicenses 5:11 (“animaos unos a otros, y edificaos unos a otros”). El cuidado pastoral debe hacer ambas cosas. Hay momentos en los que los consejeros necesitan ser aconsejados.