“La sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: él prende a los sabios en la astucia de ellos” (1 Corintios 3:19).
EL GOBERNANTE DE ESTE MUNDO
"Dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella" (Job 1:7).
"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8).
Como hemos visto, el mundo pertenece a Dios, tanto por creación como por redención. Pero no debemos olvidar, tampoco, la realidad de Satanás, la realidad de la gran controversia y la realidad de los intentos de Satanás por obtener el control sobre todo lo que pueda. Incluso cuando, después de la Cruz, su derrota ha sido clara, él no se queda quieto ni tranquilo. Su ira y poder destructores, aunque hasta cierto punto limitados por Dios de maneras que no comprendemos ahora, nunca deben ser subestimados. Tampoco debemos olvidar que, por más a menudo que nos vengan problemas en diversos tonos de gris, la batalla final se reduce a solo dos fuerzas: Cristo y Satanás. No hay terreno neutral. Como sabemos, mucho de este mundo cae bajo la bandera del lado equivocado. ¿Resulta, entonces, extraño que el mundo esté tan dañado?
Lee Juan 12:31; 14:30; 16:11; y Efesios 2:2, y 6:12. ¿Qué verdad importante acerca de la realidad y del poder del maligno se encuentra en estos textos?
En el libro de Job se ha levantado algo del velo que esconde la realidad de la gran controversia, y podemos ver que Satanás tiene la capacidad de causar gran destrucción en el mundo natural. Sea lo que fuere que incluye la frase "príncipe de este mundo", es claro que Satanás, en ese papel, ejercerá su influencia poderosa y destructiva sobre la tierra. Esta verdad nos da a todos una poderosa razón para darnos cuenta de que el mundo natural ha sido grandemente dañado, y que necesitamos ser muy cuidadosos acerca de las lecciones que obtenemos de él con respecto a Dios. Después de todo, recuerda cuán mal interpretó Darwin el estado del mundo.
¿De qué modos puedes ver, claramente, la influencia destructora de Satanás en tu propia vida? ¿Por qué tu esperanza es la cruz y las promesas que se encuentran en ella?