“Porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”
Isaias 56:7
LOS PROFETAS PREDIJERON
Los antiguos profetas predijeron la conversión de los “no judíos” (gentiles) a una fe basada en las Escrituras. Las divinidades paganas, su adoración y su estilo de vida destructivo serían derribados por la sumisión sin limitaciones a Jehová y su fe en él. Los enemigos de Israel vendrían en masa a Jerusalén rogando admisión y sedientos de conocimiento espiritual. La comisión de Israel era esparcir la invitación universal de Dios a las naciones que lo rodeaban.
Lamentablemente, la pasión misionera de Israel se descarriló por consideraciones terrenales. La grandiosa visión quedó sepultada debajo de la complacencia. La venida de Cristo resucitó esa visión, por lo menos para algunos.
Lee Isaías 56:6 al 8; Miqueas 4:1 y 2; y Jonás 3:7 al 10 y 4:1. ¿Qué enseñan estos versículos acerca del alcance universal de la misión de Israel, y cuán limitadamente algunos en Israel comprendieron esto?
Israel había de ser la luz de las naciones. Viendo las maravillosas ventajas que tenían los israelitas, las naciones paganas preguntarían acerca de la fe monoteísta de los israelitas, y así muchos de ellos se convertirían al verdadero Dios.
Desgraciadamente, las cosas no resultaron así, pues Israel llegó a centrarse tanto en sí mismo que perdió de vista su propósito más amplio y, a menudo, al Dios que le había ofrecido tanto.
Los cristianos modernos afrontamos un desafío similar. ¿Invertiremos con sacrificio en el avance del evangelio, olvidándonos de su propósito más amplio? Es una trampa en la que podemos caer más fácilmente de lo que creemos.
“En el nombre del Señor, ofrezcamos expresiones de alabanza y agradecimiento por los resultados de la obra en otros países.
“Nuestro General, quien no se equivoca, continúa diciendo: ‘Avanzad. Entrad en nuevos territorios. Levantad bandera en cada lugar’. ‘Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti’.
“Nuestra consigna ha de ser: Adelante, siempre adelante. Los ángeles del Señor irán delante de nosotros para preparar el camino. Nuestra preocupación por las ‘regiones apartadas’ jamás puede deponerse hasta que toda la Tierra sea alumbrada con la gloria del Señor”
TI 6:37