“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”

Juan 15:10

LA LEY Y LOS PROFETAS

domingo 18 mayo, 2014

Algunos creen que los Diez Mandamientos, entregados por medio de Moisés en el Sinaí, fueron válidos solo para los israelitas antes de la Cruz y que ya no son obligatorios en la era de la gracia del nuevo pacto. Otros enseñan que los cristianos están libres de la vieja Ley, y solo los de descendencia judía todavía deben adherirse a ella, pero no los cristianos. Como vimos, aunque la Biblia enseña que las obras de la Ley no pueden salvar a nadie, ningún pasaje le da permiso a una persona para violar la Ley de Dios. Si lo hubiera, sería una licencia para pecar, y la Biblia se contradiría de forma muy evidente en un tema vital.

En este contexto, recordamos que Dios reveló los términos de su pacto con Israel en tablas de piedra que contenían la Ley. Sin embargo, la Biblia contiene muchos otros mandamientos que cubren detalles no hallados en el Decálogo. Al procurar comprender de forma amplia la voluntad de Dios, los rabíes contaron 613 leyes bíblicas que se basan en los Diez Mandamientos. Jesús parece haber ido más allá de los rabíes, cuando anunció que no había venido para “anular la ley o los profetas” (Mat. 5:17, NVI). Aunque condensados en los Diez Mandamientos, la Ley de Dios contiene cada mandato divino que Dios dio directamente a los profetas o por medio de ellos.

Compara Mateo 19:16 al 22 con 22:34 al 40. ¿Qué nos enseñan estos versículos acerca de Jesús y los Diez Mandamientos?

Aunque hay centenares de mandatos que Dios reveló en su Palabra, los Diez Mandamientos proporcionan principios sólidos que pueden aplicarse a todas las otras leyes. Por ello, Jesús mencionó cinco de los Diez Mandamientos cuando habló al joven rico. Aún hay un resumen más fuerte de la Ley de Dios en los mandamientos que se encuentran en Deuteronomio 6:5 y Levítico 19:18, que son amar a Dios y amar al prójimo. Jesús declaró: “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mat. 22:40). En última instancia, Jesús y su Padre están unidos en propósito al instar a las personas, creación de Dios, a amar como han sido amadas; y el obedecer la Ley es fundamental al expresar ese amor.

¿Qué hay en tu vida que muestra tu amor a Dios y a tu prójimo?

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