"En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas" (Isaías 61:10).
Vestiduras de gala
VIVIENDO DURANTE LOS REINADOS DE UZÍAS, JOTAM, ACAZ Y EZEQUÍAS, Isaías predicó durante más de cuatro décadas, en las que produjo algunos de los textos más ricos de la Biblia. Escrito durante un tiempo de agitación política, moral, militar y económica, el libro de Isaías está saturado, no solo con advertencias de lobreguez y condenación sobre los que no se arrepientan, sino también con temas de salvación, liberación y la esperanza que se encuentra en "Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel", el que dice: "Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir" (Isaías 48:17).
Isaías animó a la gente a ponerse las gloriosas vestiduras de justicia y a aceptar la salvación de Dios. Las ilustraciones que describen vestiduras, cubiertas y sacos de cilicio enseñan grandes verdades espirituales a través de las edades. Para ellos y para nosotros, la pregunta es: ¿Reclamamos esas vestiduras para nosotros mismos o continuamos en la vergüenza de nuestra propia contaminación y desnudez?