"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Romanos 8:1)

Los que fueron a la fiesta

martes 7 de junio, 2011

Después de que fueran rechazadas dos llamadas, el rey envió ahora otra: esta vez a "cuantos halléis" (Mateo 22:9), y ordenó a sus siervos que los invitaran a las bodas. Sin embargo, esta vez, la recepción fue diferente, porque, de acuerdo con el texto, ellos salieron y "juntaron a todos los que hallaron" (Mateo 22:10 ).

Lee el resto de la parábola (Mateo 22:9-14). ¿Quiénes vinieron a la fiesta de bodas? ¿Qué significa que fueron "juntamente malos y buenos"?

¿Notaste alguna vez que algunas de las personas más detestables, más mezquinas y más odiosas son profesos cristianos? ¿O que algunas de las personas más criticonas, hipócritas y malvadas son las que van a la iglesia, que reclaman las promesas de salvación y que profesan la certeza de la salvación?

Esto no es nada nuevo. ¿Cómo entendemos, por ejemplo, la fe de los Cruzados, tan dedicados al Señor Jesús que saquearon y despojaron a los que encontraban en su camino a la Tierra Santa? Un testigo ocular informó que "nuestras tropas hirvieron a adultos paganos en grandes vasijas. Empalaron a niños en palos agudos y los devoraron asados". ¿Cómo pudieron esos horrores hacerse en el nombre de Jesús?

Es fácil (dices tú): Esta gente no eran cristianos reales. Pero ¿cómo lo sabes? ¿Cómo puedes juzgar sus corazones, qué se les enseñó, qué oportunidades tuvieron de saber mejor? ¿No podría ser que algunos más tarde se hayan arrepentido, reclamando las mismas promesas de perdón y gracia que nosotros reclamamos? ¿Qué dices acerca de los horrendos actos de quienes resultaron ser, al parecer, almas muy piadosas? ¿Quiénes somos nosotros para juzgar los corazones?

No deberíamos juzgar, pero Dios lo hace, debería hacerlo y lo hará (Romanos 14:10; Hebreos 10:30; Eclesiastés 12:14; Daniel 7:9, 10). Los Adventistas del Séptimo Día llamamos a esto el "juicio investigador", y se revela en esta parábola.

Piensa en algunas de las cosas que han sido hechas por profesos cristianos a lo largo de la  historia y, a veces, en el nombre de Jesús. ¿Cómo nos ayuda esta parábola a comprender la manera en que Dios los tratará con justicia?