"Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis, y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto" (Hageo 1:6).
ADORACIÓN DE LA IMAGEN
Como hemos señalado antes, la prueba final de los últimos días tendrá que ver con la adoración (Apocalipsis 14:6-12). La humanidad estará dividida en dos campos: los que adoran al Creador, a aquel que hizo los cielos y la Tierra, y los que adoran a la bestia y a su imagen. Aunque esta secuencia en el cuadro profético todavía debe desarrollarse, se podría alegar que ya ahora todo el mundo está dividido en los dos grupos: los que son fieles a Dios y los que no lo son. No hay terreno intermedio: somos de un lado o, del otro.
La historia de los tres jóvenes hebreos en Daniel es muy notable. No es solo una historia dramática de rescate sobrenatural de los fieles seguidores de YHWH. Llega a ser un símbolo de la prueba de adoración que vendrá sobre el mundo justo antes de la segunda venida de Cristo.
Lee Daniel 3. Compara la adoración de la imagen allí con la adoración de la imagen en Apocalipsis 14. ¿Qué podemos aprender que puede ayudarnos a comprender el problema con respecto a la marca de la bestia?
El segundo Mandamiento, el que prohíbe la idolatría (Éxodo 20:4-6), estaba en el centro del problema; el cuarto Mandamiento (Éxodo 20:8-11), el mandamiento del sábado, será el problema exterior en los últimos días. Es interesante que ambos mandamientos fueron cambiados y pisoteados por el poder de la bestia (ver Daniel 7:25). Ambos mandamientos están vinculados directamente con la adoración; el segundo prohíbe la adoración de ídolos, mientras el cuarto indica por qué no adorar ídolos, ya que el Señor de la naturaleza, no la naturaleza misma, es aquel que los creó y los redimió (ver también Deuteronomios 5:12-15).
En ambos casos, además, hay una entidad político/religiosa que desea la adoración y la lealtad que se deben solo a Dios, y en ambos casos este poder está dispuesto a recurrir a la violencia a fin de obtener esa "adoración".
Piensa en lo que significa "adorar" algo. ¿Es siempre equivocado adorar algo que no sea a Dios? Si no, ¿por qué no? ¿Podría haber algunas cosas que podemos adorar sin pecar, sin violar la Ley de Dios? Si es así, ¿qué es? Si no, ¿cómo podemos asegurarnos de que no estamos adorando ninguna otra cosa sino a nuestro Señor?