"Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones" (1 Tesalonicenses 2:4).

AFECTO PROFUNDO (1 TESALONICENSES 2:7, 8)

miércoles 1 de agosto, 2012

En 1 Tesalonicenses 2:4, encontramos que la motivación principal de Pablo para el ministerio es agradar a Dios. ¿Qué motivación adicional presenta Pablo en los versículos siguientes? (Ver 1 Tesalinicenses 2:6-8).

Hoy, el dinero, el sexo y el poder son los motivadores principales para los hombres a quienes los consume el interés propio. En 1 Tesalonicenses 2:3 al 6, Pablo usa varias palabras diferentes para eliminar motivaciones similares en relación con su ministerio. La avaricia, la inmoralidad, el engaño y la adulación no tienen lugar en la vida y el ministerio cristianos. Solo el deseo de agradar a Dios en todo lo que hacían motivó a los apóstoles.

En el versículo 6, Pablo nota que los apóstoles podrían haber sido una carga para los tesalonicenses, pues podrían haber exigido el reconocimiento de su condición, con favores monetarios u honores especiales. Pero, en Tesalónica, Pablo renunció a todo lo que comprometiera sus motivos, o fuera una piedra de tropiezo para los conversos nuevos.

Mientras la motivación principal de Pablo era agradar a Dios, en los versículos 7 y 8 expresa una motivación adicional: su gran afecto por los tesalonicenses mismos. El versículo 8 usa el lenguaje del calor emocional. Al predicar el evangelio, Pablo entregaba su corazón, su ser entero, a la gente.

¿Cómo respondieron a la ternura de los apóstoles las iglesias de Macedonia, región de la cual Tesalónica era parte? Ver 2 Corintios 8:1-5. ¿Qué nos enseña esto acerca de la importancia del carácter en la vida de quienes testifican a otros?

El lunes se mencionaron las tres antiguas claves de la persuasión: el carácter del orador (éthos), la lógica del argumento (lógos) y la apelación a las emociones (páthos). En los versículos 4 al 6, se enfatiza el carácter de los apóstoles como una razón para seguirlos. En los versículos 7 y 8, vemos una apelación al páthos, el vínculo emocional entre los apóstoles y los tesalonicenses. El evangelio llega a su máximo de poder cuando toca el corazón.

Piensa acerca del carácter de alguien que influyó sobre ti en forma positiva en lo espiritual. ¿Qué fue lo que te emocionó? ¿Cómo puedes imitar ese mismo rasgo?