“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Hebreos 1:1, 2).
EL MISTERIO DEL DIOS “TRIUNO”
"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" (Génesis 1:26).
Entender cómo actúa la Inspiración, por importante que sea, es solo un medio para un fin, y ese fin es conocer a Dios. Una comprensión profunda de cómo fue escrita la Biblia, o aun una comprensión profunda de las verdades reveladas en ella, no significan nada si no conocemos a Dios por nosotros mismos (Juan 17:3).
Y una cosa que la Biblia afirma explícitamente acerca de sí misma es su unicidad.
Lee Deuteronomio 6:4 y Marcos 12:29. ¿Qué verdad crucial se encuentra en estos textos?
La expresión en la Biblia acerca de la unicidad de Dios descarta cualquier idea de muchos dioses. Hay solamente un Dios. Sin embargo, el panorama total que obtenemos de la Biblia es que hay un "contenido" interno en Dios, aun en su unicidad.
Lee Génesis 1:26; 3:22; y 11:7; Juan 1:1-3 y 18, 20:28; 2 Corintios 13:14; y Mateo 28:19. ¿De qué modo estos textos comienzan a clarificar la realidad interna de Dios?
La sugerencia que hace el Antiguo Testamento de una pluralidad provee indicios acerca de la naturaleza interior de Dios. Cuando unimos esto con la afirmación del Nuevo Testamento acerca de Jesucristo y el Espíritu Santo, comenzamos a darnos cuenta de que hay mucho acerca de Dios que no comprendemos plenamente, y probablemente nunca lo entenderemos. El aspecto triuno de Dios es un misterio, entre muchos, con el cual tendremos que aprender a vivir.
La información que da la Biblia acerca de Dios, incluyendo su naturaleza en tres personas, no se provee para que nos ocupemos en filosofar y especular, sino para aumentar nuestra comprensión de sus actividades, especialmente su obra redentora en nuestro favor, mientras la gran controversia se desarrolla y finalmente se termina.
¿Quién no tiene muchas preguntas que solamente Dios puede responder? ¿Cómo podemos aprender a confiar en él hasta que llegue el tiempo cuando se nos den respuestas?