"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas" (Apocalipsis 14:6, 7).

LA CREACIÓN EN LOS PROFETAS

miércoles 23 enero, 2013

"Así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro" (Isaías 45:18).

Isaías 45:18 enfatiza la intención de Dios de preparar un lugar para que vivieran los humanos. Así, la adecuación de la Tierra para la vida no es un accidente.

Considera algunos rasgos de la Tierra que la hacen adecuada para la vida humana, en contraste con otros planetas de nuestro sistema solar. Primero, el agua es abundante. Existe alguna evidencia de actividad acuática en Marte, pero no hay cuerpos de agua sobre este ni cualquier otro planeta fuera de la Tierra. Otra característica singular de nuestro planeta es la composición de la atmósfera, un 21% de oxígeno y 78% de nitrógeno. Otros, tienen atmósferas dominadas por dióxido de carbono o por helio; solo la Tierra posee una atmósfera adecuada para la vida. El rango de temperaturas es apropiado para la vida terrestre, a diferencia de cualquier otro planeta de nuestro sistema solar. Esto se debe a una combinación de factores, incluyendo nuestra distancia del Sol, la composición de la atmósfera, la masa de la Tierra, y la velocidad de su rotación, que determina la longitud de los días y las noches. Todas esas características, y otras, hacen que la Tierra sea el único planeta de nuestro sistema solar que puede sostener vida.

¿De qué manera los siguientes textos se relacionan con los eventos descritos en Génesis 1? Isaías 44:24, Isaías 45:12, Jeremias 51:15, 16, Amós 4:13, Juan 1:9, Zacarias 12:1

Piensa en las consecuencias de nuestro origen y por qué es tan importante que sean apropiadas para entender quiénes somos, por qué estamos aquí y qué podemos esperar en un mundo que, por sí mismo, no ofrece ninguna esperanza.

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