“Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz” (Salmos 55:17).

CONCLUSIÓN

viernes 09 marzo, 2012

“La oración es el aliento del alma. Es el secreto del poder espiritual. No puede ser sustituida por ningún otro medio de gracia y conservar, sin embargo, la salud del alma. La oración pone al corazón en inmediato contacto con la Fuente de la vida, y fortalece los tendones y músculos de la experiencia religiosa” (OE 268).

“Cuando no recibimos al instante las mismas cosas que hemos pedido, debemos creer aún que el Señor oye y que contestará nuestras oraciones. Somos tan cortos de vista y propensos a errar que, algunas veces, pedimos cosas que no serían una bendición para nosotros, y nuestro Padre celestial responde con amor nuestras oraciones dándonos lo que es para nuestro mayor bien: lo que nosotros mismos desearíamos si, con visión divinamente iluminada, pudiéramos ver todas las cosas como realmente son. Cuando nos parezca que nuestras oraciones no son contestadas, debemos aferrarnos a la promesa; porque el tiempo de recibir contestación seguramente vendrá, y recibiremos la bendición que más necesitamos. Pero es presunción pretender que nuestras oraciones sean contestadas siempre en la forma precisa y según la cosa particular que deseamos. Dios es demasiado sabio para equivocarse y demasiado bueno para negar algo bueno a los que andan en integridad. Así que no temas confiar en él, aunque no veas la inmediata respuesta a tus oraciones” (CC 96).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1.¿Qué dices cuando alguien pregunta: “¿Por qué orar, si Dios sabe todas las cosas por adelantado?”

2.¿Quién no ha luchado alguna vez con el tema de las oraciones contestadas y no contestadas? Por ejemplo, alguien ora para que su automóvil no se rompa en un viaje y, cuando el auto no se daña, atribuyen las circunstancias felices a las oraciones contestadas. Eso es bueno. Pero ¿qué dices a la persona que también oró, en este caso para que su hijito no muriera y, sin embargo, el niño muere? ¿Cómo entendemos estas cosas? ¿Podemos entenderlas?

3.¿Cuál es el lugar del Espíritu Santo en nuestra vida de oración?

4.Imagina que llega una persona nueva a la clase, y pregunta: “¿Pueden enseñarme lo que significa orar? ¿Cómo debería yo orar? ¿Por qué debería orar? ¿Qué tengo que esperar cuando oro y qué no?” ¿Cómo le responderías?

RESUMEN: Sin duda, hay muchas cosas acerca de la oración que no captamos. Pero, los que oran saben de seguro esto: la oración cambiará su vida hacia lo mejor.

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